Motorizadas originalmente por la Corriente Clasista y Combativa (parte del FAP que llevó a Binner como candidato presidencial), las ocupaciones se convirtieron en un serio problema político: el gobierno provincial volvió sobre sus pasos desconociendo un acta firmada por su Directora de Vivienda con los referentes de la agrupación piquetera (en la que se negociaba el levantamiento de la toma a cambio de terrenos y materiales para construir viviendas), y planteó en la justicia una denuncia por usurpación.
Las autoridades del gobierno municipal (en manos del radical José Corral) también judicializaron el tema con una durísima denuncia (con ribetes un poco sorprendentes: apelan a los "intereses difusos" de los vecinos y la defensa del medio ambiente, algo así como "sacáme esos pobre de ahí que me afean el paisaje") hecha en conferencia de prensa, en la que se responsabilizó a punteros políticos (sin identificar sectores) de fogonear las tomas.
Todos apuntaron al sector del diputado nacional Oscar "Cachi" Martínez (de "100 % Santafesino", aliado al peronismo e integrante del bloque del FPV en la Cámara de Diputados de la Nación), pero el disgusto de la gestión radical del municipio no es menor -ni mucho menos- con sus socios provinciales del socialismo: al anunciar su presentación en la justicia cuestionaron duramente a la CCC (parte del FAP como se dijo) que además venía protagonizando mútiples protestas y cortes de calle en la ciudad (incluso en la puerta de la propia casa del intendente Corral); y remarcaron que nadie los había consultado para que cedieran terrenos de su propiedad para reubicar a los ocupantes de las viviendas en construcción.
Para colmo de males, la empresa que tiene a su cargo las obras de ampliación de la peatonal de la ciudad por cuenta del municipio suspendió los trabajos por falta de pago de certificados de otras obras, contratadas con el gobierno provincial; lo que motivó una dura aclaración de la gestión municipal sobre que ellos están al día con los pagos, intimando a reanudar los trabajos.
La semana se abrió con las declaraciones de rigor de Binner sobre temas nacionales (otro intento por afirmar el perfil opositor del socialismo) y un guiño al radicalismo para que se incorpore a futuro al FAP; lo que motivó un cruce con Barletta, que planteó que el radicalismo impulsará su propio candidato en las lejanísimas presidenciales del 2015: si a eso se le suman los reproches velados del gobierno municipal al de su par de la provincia por el caso de las viviendas, se podría concluir en que los principales socios del socialismo en la experiencia policial le están mostrando los dientes de cara a las más cercanas elecciones legislativas (y comunales provinciales) del 2013; en las que casi con seguridad ambos (Binner y Barletta) serán candidatos...
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