Uno de los indicadores centrales a la hora de imaginar las chances del oficialismo en octubre es la evolución de empleo. Con un piso electora elevado del 33%, la posibilidad de acceder a un triunfo en primera vuelta supone trepar los puntos requeridos para superar el umbral de 40% de votos y sostener una diferencia superior a los 10 puntos respecto a la segunda minoría.
El empleo es clave en este mecanismo de recuperación de votos adicionales pues el 30% de la población que está en situación de indefinición toma preferencias en función estricta de la situación socioeconómica, promoviendo tendencias al cambio si observa dificultades o por el contrario sosteniendo lo existente si manifiesta conformidad con la coyuntura .
Leemos en el informe sobre empleo del MTSS:
El empleo se mantuvo en 2014 y se prevé aumento para el 2015
En algunas notas periodísticas publicadas el 26 de enero de 2015 se da como noticia que, de acuerdo a una encuesta que realiza la consultora SEL entre sólo 150 empresas líderes, el 17% de las firmas opina que el empleo disminuirá en este año, mientras que el 11% manifiesta que aumentará. La conclusión es que se registró una expectativa neta de empleo negativa de –6 puntos porcentuales.
De esta manera se da información que supuestamente refleja lo que sucederá en el conjunto de las empresas del país, sobre la base de los resultados de una encuesta reducida. Pero esto no es una novedad. Muchas veces se des-informa y trabaja para generar alarma en la sociedad.
Sin embargo, si se toman los resultados de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que lleva adelante el Ministerio de Trabajo desde enero de 1996, los resultados son exactamente inversos.
Las conclusiones sobre una muestra de casi 2.400 empresas del sector formal de 10 y más trabajadores de todas las ramas de actividad exceptuando las primarias, en ocho centros urbanos del país, demuestran que lo publicado no refleja las opiniones del amplio conjunto de firmas encuestadas por la EIL que representa a casi el 70% del empleo del sector privado.
Analicemos el panorama que surge de esta encuesta.
En primer lugar, el trabajo asalariado registrado en las firmas privadas relevadas por la EIL se ha mantenido estable a lo largo del año 2014, pese a la situación adversa del frente externo: se produjo un mínimo crecimiento entre el 3º y 4º trimestre/14 (+0,1%) y una moderada pérdida de puestos de trabajo en la comparación con el 4º trimestre/13 (-0,4%). La tasa de despidos se mantiene en el mismo nivel que en el 4º trimestre de 2012 y 2013 y es una de las más bajas desde fines de 2005.
Con respecto a las expectativas sobre el empleo en el corto plazo, la serie histórica de la EIL ha dado como resultado que siempre la mayoría de las firmas opina que la dotación de personal se mantendrá y sólo una proporción menor manifiesta una reducción o un aumento. En el caso del 4º trimestre/14, a la inversa de lo informado por algunos medios, el 9% de las compañías afirma que los puestos de trabajo se incrementarán en el 1º trimestre/15, mientras que menos de la mitad (4%) estima que disminuirán
No sólo este resultado es favorable con respecto al futuro, sino que también lo es al compararlo con las respuestas de años anteriores. Las expectativas netas positivas con respecto al empleo son similares a las de los cuartos trimestres de 2011, 2012 y 2013 y mucho mejores que las opiniones de fines de 2008, cuando se inició esta crisis global que aún repercute en el mundo.
Al observar los resultados según el tamaño de las empresas, se destaca que las expectativas netas son positivas en todos los estratos y también lo son en todos los sectores de actividad.
En síntesis, en un contexto en el cuál los términos del intercambio comercial regional y mundial no han sido favorables, el proyecto político puesto en marcha desde 2003, ha podido seguir protegiendo el empleo registrado del sector privado durante 2014. Sólo se ha verificado en el 4º trimestre del año pasado a través de la Encuesta de Indicadores Laborales, una leve disminución interanual de la cantidad de puestos de trabajo.
Y las expectativas con respecto al comportamiento del empleo en el 1º trimestre de 2015 resultan positivas, dado que son más las empresas que piensan que sus dotaciones de personal aumentarán en comparación con las firmas que opinan que disminuirán.
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