1/26/2015

grecia: todos contra el neoliberalismo!


Panos Kamenos y Alexis Tsipras, posan para los fotógrafos al inicio de su reunión. /LEFTERIS PITARAKIS (AFP)

Grecia solo ha necesitado una hora para despejar su futuro político tras las elecciones generales de este domingo. Como ya se vislumbraba a lo largo de la campaña, los griegos han dado en las urnas un amplio respaldo a la formación izquierdista Syriza que, sin embargo, se ha quedado en 149 escaños, a dos de la mayoría absoluta, por lo que necesita de apoyos para hacerse con las riendas del maltrecho país heleno. De los posibles aliados, Syriza ha elegido al partido de la  derecha nacionalista Griegos Independientes(ANEL) que, paradójicamente, es la fuerza que más se acerca a sus tesis en lo tocante a la deuda o al diálogo con la troika.
Sobre las diez y media de la mañana hora de Madrid, una hora más en Atenas, un sonriente Panos Kamenos, presidente de ANEL, ha anunciado que "a partir de este momento hay gobierno" en Grecia tras sentarse a negociar con Alexis Tsipras, líder de Syriza, a las nueve y media, poco después de que este recibiera el mandato de formar ejecutivo del presidente de la República, Károlos Papulias. "Los Griegos independientes ofrecerán su voto de confianza al Gobierno", ha ratificado Kamenos, que ha aprovechado su minuto de gloria para robárselo a Tsipras, a quien corresponde en realidad hacer oficial el acuerdo. "Hoy Alexis Tsipras visitará al presidente y anunciará el Gobierno", ha añadido Kamenos, quien fue diputado de la hasta ahora gobernante Nueva Democracia.

Tsipras acudirá a las tres de la tarde hora peninsular española a la presidencia de la República para jurar el cargo de primer ministro ante el jefe de Estado. Pero antes de acudir al palacio presidencial, Tsipras se reunirá al mediodía con el arzobispo de Atenas y líder de la Iglesia de Grecia, Ieronimos, al que piensa comunicarle que no prestará juramento religioso. Tsipras se convierte así en el primer jefe de Gobierno griego que prescinde de este ritual. Para mañana esta previsto el juramento del equipo de Gobierno, que probablemente será más reducido que el actual. Syriza había anunciado de antemano reducir de 18 a 10 el número de ministerios.
Los medios griegos ya apuntaban a primera hora de la mañana a un inminente anuncio de un gobierno de colaboración entre Syriza y ANEL, que ha quedado en sexto lugar en los comicios con un 4,75 % y 13 escaños, e incluso estaban ya publicando la composición del ejecutivo. Los mismos medios otorgan a nombres claves de Syriza, entre ellos los principales asesores del equipo económico de Tsipras, un especial protagonismo en ese futuro gobierno.
En su breve comparecencia, Kamenos no ha marcado líneas rojas pero sí ha subrayado que "el objetivo" del nuevo Ejecutivo es que los griegos avancen "unidos para recobrar la soberanía nacional". Anoche sí fue más explícito en sus primeras declaraciones tras conocer los resultados. Kamenos dijo que su formación ayudaría a que se establezca "una nueva realidad social y política por el bien del país, la nación y el pueblo griego". "Contacté con Tsipras, le felicité por su victoria y le dije que Griegos Independientes, tal y como hemos dicho desde el primer momento, apoyará un cambio en la escena política de nuestro país, en base a los principios que hemos expresado públicamente", indicó. En este sentido, defendió que "ha llegado el momento de reconstruir lo que fue destruido a través de memorándums (con la Unión Europea) y de liberar a Grecia de las cadenas de la subyugación".
También estaba previsto Tsipras se entrevistara a lo largo del día con el líder de la nueva formación centrista To Potami (El Río), el conocido expresentador televisivo Stavros Zeodorakis, así como con el presidente del partido comunista KKE, Dimitris Kutsumbas. To Potami es el cuarto partido más votado con un 6,05% y 17 escaños, mientras que el KKE es el quinto, con 5,47 % y 15 escaños.
El acuerdo con To Potami, partido creado en marzo, se antojaba complicado, ya que es liberal en lo económico, defensor de los compromisos suscritos con la troika, proeuropeo confeso y con un cuerpo electoral formado por profesionales liberales y acomodada clase media urbana. Por su parte, el recalcitrante KKE, el único aliado natural —ideológicamente hablando— de Syriza, estaba muy lejos de una posible colaboración. En las instancias administrativas donde coinciden —por ejemplo, la región del Ática—, “se da el caso de que los comunistas votan en blanco propuestas de Syriza, aunque admitan coincidir en el fondo con las mismas”, explican desde el Gobierno regional. El KKE lleva años enrocado en su papel de oposición, desde donde defiende salir de la Unión Europea y la OTAN.
Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro en funciones Andonis Samarás, son la segunda fuerza política con un 27,81% de los votos, lo que supone 76 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Aurora Dorada (AD), con un 6,28 % de los sufragios y 17 escaños. El tercer lugar de AD abría un escenario inquietante aunque remoto, ya que, si Syriza no lograba arañar los 151 escaños que le darían la mayoría absoluta, aunque precaria, y los dos primeros partidos no conseguían formar Gobierno, el mandato recaería en los neonazis, una formación abiertamente antisistema y con su cúpula directiva en la cárcel por asociación criminal. Una colaboración con Syriza de AD, que da la espalda a Europa, estaba de antemano descartada.
En el furgón de cola, como último clasificado, queda el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro en funciones, Evángelos Venizelos, con un 4,68% de los votos, 13 escaños. El Movimiento de los Socialistas Democráticos del ex primer ministro Yorgos Papandreu (2,4%) no logra representación parlamentaria al no superar el 3% mínimo exigido, con lo que en el nuevo Parlamento se sentarán siete partidos. El diálogo con el Pasok es imposible por las diferencias irreconciliables entre quien ha suscrito dos rescates (Pasok) y quien defiende abandonar inmediatamente el segundo (Syriza).
Nueva Democracia y el Pasok han convocado sendas reuniones extraordinarias de sus ejecutivas para analizar los desfavorables resultados electorales. Samarás admitió anoche la derrota —“no estoy feliz”, confesó— y subrayó que su formación sólo ha perdido dos puntos con respecto a 2012, “tras dos años y medio de gobierno en los que hemos sentado las bases del desarrollo económico y superado la recesión”, unos logros que “deben ser confirmados” por el nuevo Gabinete. Por su parte, Venizelos acusó al partido de Papandreu de restarle los votos necesarios “para haber sido el tercer partido” como era su deseo, y reclamó una mayoría amplia para gobernar.

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