7/30/2015

el "nuevo" makri : acerca de las estrategias de la derecha regional


Ernesto Laclau, sugería que un discurso se transforma en hegemónico cuando incorpora parte del discurso al que desplaza, resignificándolo. Daba Laclau un ejemplo, el de Julio Argentino Roca, emblema de la generación del 80 que "reorganizó" productivamente el país con eje en la Pampa húmeda y fuertes rasgos políticos unitarios, que advertía, en el esplendor de su poder " yo tengo mis ribetes federales".

Esta estrategia de resignificación del discurso y práctica del adversario político es hoy desplegada por las derechas regionales que enfrentan con poco éxito las experiencias popular- democráticas iniciadas hace más de una década en Latinoamérica.

El origen explícito de esta estrategia de la derecha regional se observó en Venezuela tras la muerte de Chávez cuando Henrique Capriles Radonski mutó su discurso de oposición frontal al chavismo para reconvertirlo en retórica capaz de reconocer los méritos del gobierno de Chávez al tiempo que desautorizaba a Maduro, fundamentalmente por su incapacidad de gestión en general y en particular por su dudosa aptitud para mantener los que el nuevo Capriles consideraba logros de la gestión chavista en materia social.

Los resultados de esta mutación fueron exitosos y aunque no logró la victoria, dio sustento discursivo a la mejor elección ejecutiva de la oposición venezolana durante el chavismo cuando en abril de 2013, Maduro obtuvo el 50,66 % de los votos contra el 49,07 % de Capriles.

A partir de este momento, la caprilización del discurso de las derechas latinoamericanas fue una estrategia común en la región. Al respecto señala muy certeramente Mariano Fraschini, en el blog Artepolítica: 

Esta estrategia de caprilización también fue replicada más tarde en Brasil con la candidata Marina Silva, en Uruguay con Lacalle Pou y en Ecuador con los gobernadores electos de Quito y Guayaquil que evitan inclusive antagonizar en forma directa con Rafael Correa, al que le adjudican una gestión con aspectos positivos. Este discurso, insisto, extendido a las realidades de los países de la región enfatiza el aspecto que va “por la positiva”, que se presenta como superador de los conflictos y promete mantener “lo bueno” de los modelos exitosos de inclusión y rectificar lo “malo” de los mismos.

Finalmente, luego del intento inconsecuente y fallido de Sergio Massa de transitar la “amplia avenida del medio” y copiando al temprano Sabbatella “mantener lo bueno y cambiar lo malo”, tras el ajustado triunfo en balotaje en las últimas elecciones de la CABA, es ahora nuestro entrepreneur porteño el que se sumó a la estrategia regiónal de la derecha, consistente en la caprilización del discurso, dando nacimiento al nuevo Makri.

Como vimos, ninguna originalidad hay en este malabar retórico. Se trata de una réplica tardía de la estrategia  de las derechas regionales que enfrentan hasta hoy sin éxito electoral a las experiencias popular – democráticas latinoamericanas. Estrategia que políticamente reconoce en Capriles su musa inspiradora y conceptualmente tributa más a los análisis sobre construcción de hegemonía de Ernesto Laclau que a los groseros garabatos tropicales con que periódicamente nos obsequia Duran Barba.

Sin embargo, frente a los sucesivos fracasos electorales, hay que advertir que la caprilización ya no es la única estrategia que despliega la derecha latinoamericana.

En efecto, tras las derrotas sucesivas de la estrategia de caprilización, las derechas regionales y sus representantes locales ensayan ahora una nueva alternativa, consistente en cooptar desde dentro las experiencias popular - democráticas orientándolas a reproducir en el gobierno las políticas neoliberales contra cuyos representantes se enfrentaron en las urnas, derrotándolas.

El caso de mayor volumen y espectacularidad de esta estrategia de cooptación por parte de las derechas regionales de los gobiernos popular - democráticos surgidos del voto popular es el que se está desplegando ahora mismo en Brasil , con el ajuste neoliberal ortodoxo que desarrolla el gobierno Petista.

La dureza del ajuste en Brasil ya ha provocado, por ejemplo:

  • una caída proyectada de 1,7% en el PBI, 
  • desempleo en alza que llega al 6,7% y es el mayor desde el año 2010, 
  • devaluación permanente (en el JP Morgan creen que el dólar costará 3,55 reales a fin de año), 
  • inflación en alza,  
  • aumento en la conflictividad social, 
  • crisis en la coalición de gobierno, 
  • fractura al interior del PT y finalmente 
  • hundido a pique la popularidad de Rousseff, cuya aceptación ciudadana no llega al 10%. 

El crimen no paga. Duro golpe también para la región el ajuste Carioca , tanto en el terreno económico como político. Por caso en nuestro país, buena parte de los problemas de la economía doméstica son consecuencia directa o colateral del ajuste neoliberal ortodoxo que pilotea Dilma y no solo por la caída de exportaciones de automotores que la retracción de demanda en el país vecino impuso a La Argentina.

El bajo dinamismo integrador que se observa hoy en el eje Me rcosur-Unasur-Celac también tributa - aunque no solamente - al tipo de ajuste ortodoxo que el actual gobierno del PT , en fase Rousseff, impuso al coloso del Sur.

En el plano político, la cooptación de los gobiernos populares por los intereses de los sectores conservadores abren nuevas perspectivas de construcción política y aumento de la conflictividad social en la región, que parece haber dejado atrás su primera etapa de gobiernos popular - democráticos en manos de los líderes fundadores e iniciado una transición con final incierto.

Nada que sorprenda, el “final abierto” es típico de las experiencias popular- democráticas en general y específicamente de los populismos latinoamericanos.

En nuestro país, los peronistas pueden dar fe de ello: De Perón a Menem, de Menem a Cristina. El populismo es redondo y tal como advirtió el Indio, dale nomás, dale que va.

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1 comentario:

Jorge Devincenzi dijo...

Respecto de Roca, es cierto que tenia su costadito federal. Su polìtica uunitaria era el ùnico medio de frenar al unitarismmo portuario y a Mitre. Creo que es ùtil leer a Terzaga.